Respirar el aire en Zarguet no era lo mismo. No… no era lo mismo luego de haber vivido y sobrevivido en otras zonas de la gran metrópoli flotante. Los liberales llamarían a eso la arrogancia republicana, pero era más que un pensamiento o premisa ideológica. Era una realidad que se vivía físicamente. No se aspiraba ese olor a pólvora en el ambiente o la peste de la destrucción en cada esquina. Las brumosas nubes del cielo permanecían bajas, dando un aspecto místico al paisaje en los alrededores ...